Entre todos los ruidos de la noche
yo distingo sus pasos. Sé
cómo va vestida; lo que piensa;
qué música prefiere. No me importa
su nombre o dónde vive
o en la casa de quién. Y todavía
mucho menos aún qué hará mañana
y hacia dónde se irá: qué oscuros trenes
la envolverán con su jadeo sordo:
qué manos retendrán su mano fría.
Ella camina ahora y yo la siento
cerca de mí: real; cansada; siempre
con ojos asombrados esperando
que algo nuevo suceda; algo que cambie
el monótono ritmo de las horas:
un gesto acaso que ella entendería
y no sabe cuál es. Sólo la noche
acompaña sus pasos desolados
le da cobijo entre las multitudes.
Sólo la noche -como yo- la espera.
José Agustín Goytisolo
Ilustración: Alice Vegrova
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viernes, 21 de noviembre de 2014
miércoles, 1 de octubre de 2014
La certidumbre de existir
Si
lo he visto todo
todo lo que no existe destruir lo que existe
la espera arrasa la tierra como un nuevo diluvio
el día sangra
unos ojos azules recogen el viento para mirar
y olas enloquecidas llegan hasta la orilla del país silencioso
donde los hombres sin memoria
se afanan por perderlo todo.
En una calle de apretado silencio transcurre el asombro
todo retrocede hasta un límite inalcanzable para el deseo
pero tú y yo existimos
tu cuerpo y el mío se adelantan y aproximan
y aunque nunca se toquen aunque un inmenso vacío los
separe
tú y yo existimos.
Aldo Pellegrini
Ilustración: Alice Vegrova
lo he visto todo
todo lo que no existe destruir lo que existe
la espera arrasa la tierra como un nuevo diluvio
el día sangra
unos ojos azules recogen el viento para mirar
y olas enloquecidas llegan hasta la orilla del país silencioso
donde los hombres sin memoria
se afanan por perderlo todo.
En una calle de apretado silencio transcurre el asombro
todo retrocede hasta un límite inalcanzable para el deseo
pero tú y yo existimos
tu cuerpo y el mío se adelantan y aproximan
y aunque nunca se toquen aunque un inmenso vacío los
separe
tú y yo existimos.
Aldo Pellegrini
Ilustración: Alice Vegrova
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