Recuerdo haber visto muy nítidamente, en sueños, lo que es socorrer al prójimo.
Lo he sentido de manera muy íntima – y me angustia no poder explicarlo -que no hay sino un socorro.
Es el absoluto desprendimiento de sí mismo (…)
El lugar común “echarse en brazos de alguien” lo aclara singularmente.
El resto es pura vanidad.
Léon Bloy
Ilustración: Alicia De La Campa
