Habladora la mar, habladora:
puso a mis pies diecisiete caracolas
y nada me dijeron.
¿A quién puedo pedir que me resuelva
la palabra instante?
Sé que hasta aquí me trajo el azar,
el color de tus ojos es regalo de dioses
que yo no conozco.
¿Diecisiete días
hacen un instante?
pregunto a la mar
y a tus dioses.
Dulce Chacón
Ilustración: Gina Litherland
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martes, 10 de junio de 2014
jueves, 16 de enero de 2014
Excusatio non petita...
Dicen que la distancia hace el olvido.
Yo te digo: perdón.
Por llenarte la cama de papeles,
no saber combatirme de otra forma.
Por todos los kilómetros sin música,
de morros, los pies fríos, invierno sin planchar.
Perdóname también por las lentejas,
esta fobia a la sangre y las arañas
y la lejía y los ambulatorios.
Porque solté tu mano al desmayarme.
Nunca quise: perdón.
Perdón por espiarte los mensajes del móvil,
fisgar en tus bolsillos y cajones;
porque rompí una foto de tu exnovia.
Por los escaparates y las cursiladas
y el VIPS y los portazos. Perdóname.
Y perdona, también, a mi dentista:
en el fondo, es su culpa. Perdónanos
si no supe morder bien.
Martha Asunción Alonso
Ilustración: Gina Litherland
Yo te digo: perdón.
Por llenarte la cama de papeles,
no saber combatirme de otra forma.
Por todos los kilómetros sin música,
de morros, los pies fríos, invierno sin planchar.
Perdóname también por las lentejas,
esta fobia a la sangre y las arañas
y la lejía y los ambulatorios.
Porque solté tu mano al desmayarme.
Nunca quise: perdón.
Perdón por espiarte los mensajes del móvil,
fisgar en tus bolsillos y cajones;
porque rompí una foto de tu exnovia.
Por los escaparates y las cursiladas
y el VIPS y los portazos. Perdóname.
Y perdona, también, a mi dentista:
en el fondo, es su culpa. Perdónanos
si no supe morder bien.
Martha Asunción Alonso
Ilustración: Gina Litherland
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