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jueves, 17 de enero de 2019

No estoy solo


Cargada
de frutos ligeros los labios
Ataviada
De mil flores distintas
Gloriosa
En los brazos de sol
Dichosa
Con un pájaro familiar
Feliz
Con una gota de agua
Más bella
Que el cielo matinal
Fiel

Yo hablo de un jardín
Yo sueño

Pero exactamente es que amo.


Paul Éluard
Ilustración: Marta Orlowska

domingo, 11 de junio de 2017

La enamorada


Ella vive de pie sobre mis párpados
Sus cabellos están entre los míos
Tiene la forma exacta de mis manos
Y el color de mis ojos que la miran
Ella se hunde entre mi propia sombra
Como una piedra en el azul del cielo.

Ella tiene los ojos siempre abiertos
Y me impide dormir con su mirada
A plena luz sus sueños luminosos
Hacen evaporar todos los soles
Sus sueños me hacen sollozar reír
Y hablar sin tener nada que decir…

Paul Éluard



Ilustración: Sonia MariaLuce Possentini

jueves, 30 de marzo de 2017

Te lo dije para las nubes


Te lo dije para las nubes
Te lo dije para el árbol del mar
Para cada ola para las aves en las hojas
Para los guijarros ruidosos
Para las manos familiares
Para el ojo que se vuelve rostro o paisaje
Y el sueño le da el cielo de su color
Para toda noche bebida
Para la reja en los caminos
Para la ventana abierta para la frente descubierta
Te lo dije para tus pensamientos para tus palabras
Toda caricia toda confianza sobreviven.

Paul Éluard. Te lo dije para las nubes
Ilustración: Anna Berezovskaya

viernes, 24 de febrero de 2017

Íntimas


Te deslizas en la cama
De leche helada tus hermanas las flores
Y tus hermanos los frutos
Por el rodeo de sus estaciones
En la aguja iridisada
En la cadera que se repite
Tus manos tus ojos y tus cabellos
Se abren a los crecimientos nuevos
Perpetuos

Espera espera espera
Que vas a sonreírte
Por primera vez

Espera
Que vas a sonreírte
Para siempre
Sin pensar en morir.

Paul Éluard

 Ilustración: Elisa Ancori 

sábado, 18 de febrero de 2017

Tú la única...


Tú la única y escucho las hierbas de tu risa
              A ti te arrebata tu cabeza
              Y desde lo alto de los peligros de muerte
              Bajo los globos enmarañados por la lluvia de los valles
              Bajo la pesada luz bajo el cielo de tierra
              Tú engendras la caída.
              Los pájaros ya no son refugio suficiente
              Ni la pereza ni la fatiga
              El recuerdo de los bosques y de los arroyos frágiles
              En la mañana de los caprichos
              En la mañana de las caricias visibles
              En la clara mañana de la ausencia la caída.
            
              Las barcas de tus ojos se extravían
              En el encaje de las desapariciones
              El abismo es revelado que los otros lo extingan
              Las sombras que tú creas no tienen derecho a la noche.

Paul Éluard

Ilustración:  Inna Kapustenko

viernes, 20 de enero de 2017

Hicimos la noche

Hicimos la noche tomo tu mano te cuido
Te sostengo con todas mis fuerzas
Tallo sobre una roca la estrella de tus fuerzas
Surcos profundos donde la bondad de tu cuerpo germinará
Me repito tu voz oculta tu voz conocida
Todavía me río de la orgullosa
A la que vos tratás como a una mendiga
De los locos que respetás de los humildes en los que te bañás
Y en mi cabeza que se pone dulcemente de acuerdo con la tuya con la noche
Me maravillo de la desconocida en la que te convertís
Una desconocida parecida a vos parecida a todo lo que amo
Que es siempre nuevo

Paul Éluard

Ilustración: Zarina Yayazova

martes, 13 de diciembre de 2016

La de siempre, toda

Si te digo: “Lo he abandonado todo”,
esto significa que ella no es la de mi cuerpo,
nunca me he jactado de ello,
no es verdad
y la niebla baja en que me muevo
no sabe nunca si he pasado.
Del abanico de su boca, del reflejo de sus ojos,
soy el único que habla,
soy el único que está cercado
por ese espejo tan nulo donde el aire circula a través de mí,
y el aire tiene un rostro, un rostro amado,
un rostro amante, tu rostro.
A ti, que no tienes nombre y a quien los otros ignoran,
el mar te dice: sobre mí; el cielo te dice: sobre mí.
Los astros te adivinan, las nubes te imaginan
y la sangre derramada en los mejores momentos,
la sangre de la generosidad,
te lleva con delicia.

Canto la gran alegría de cantarte,
la gran alegría de tenerte o de no tenerte,
el candor de esperarte, la inocencia de conocerte,
¡oh tú que suprimes el olvido, la esperanza y la ignorancia,
que suprimes la ausencia y me pones en el mundo,
canto por cantar, te amo para cantar
el misterio donde el amor me crea y me libera!
Eres pura, eres aún más pura que yo.

Paul Éluard

Ilustración: Carla Bedini

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La noche no es nunca completa


La noche no es nunca completa.
Hay siempre, ya que lo digo,
ya que lo afirmo,
al final de la desdicha
una ventana abierta,
una ventana iluminada.
Hay siempre un sueño que vela,
deseo que colmar,
hambre que calmar,
un corazón generoso,
una mano tendida,
una mano abierta,
ojos atentos,
una vida: la vida para compartir.

Paul Éluard


Ilustración: Akira Kusaka

miércoles, 10 de agosto de 2016

Solamente deseo amarte


Solamente deseo amarte
Una tempestad llena el valle
Un solo pez el río

Te he hecho
A la medida de mi soledad
Todo el mundo para esconderse
Días y noches para comprenderse

Para contemplar en tus ojos
Todo lo que pienso de ti
Y de un mundo hecho a tu imagen

Y las noches y los días gobernados por tus párpados.


Paul Éluard.

Ilustración: Akira Kusaka




lunes, 1 de agosto de 2016

Toque de queda

Que íbamos a hacer, la puerta estaba bajo guardia
Que íbamos a hacer, estábamos encerrados

Que íbamos a hacer, la calle habían cerrado
Que íbamos a hacer, la ciudad estaba bajo custodia

Que íbamos a hacer, ella estaba hambrienta
Que íbamos a hacer, estábamos desarmados

Que íbamos a hacer, al caer la noche desierta
Que íbamos a hacer, teníamos que amarnos.

Paul Éluard

Ilustración: Bett Ilustraciones

viernes, 22 de julio de 2016

Te amo

Te amo por todas las mujeres que no he conocido.
Te amo por todos los tiempos que no he vivido.
Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente.
Por la nieve que se funde por las primeras flores.
Por los animales puros que el hombre no persigue.
Te amo por amar.
Te amo por todas las mujeres que no amo.


Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco
sin ti no veo más que una planicie desierta.
Entre antes y ahora
están todas estas muertes que he sorteado sobre paja.
No he podido atravesar el muro de mi espejo.
Tuve que aprender la vida como se olvida
palabra por palabra

Te amo por tu sabiduría que no me pertenece.
Te amo contra todo lo que no es más que ilusión.
Por el corazón inmortal que no poseo
crees ser la duda y no eres sino razón.
Eres el sol que me sube a la cabeza
cuando estoy seguro de mí.

Paul Éluard

Ilustración: Ana Juan

martes, 23 de febrero de 2016

Desfigurada apenas

Adiós tristeza.
Buenos días tristeza.
Estás inscrita en las líneas del techo.
Estás inscrita en los ojos que amo.
Tú no eres exactamente la miseria,
pues los más pobres labios te denuncian
por una sonrisa.
Buenos días tristeza.
Amor de los cuerpos amables,
potencia del amor ,
cuya amabilidad surge
como un monstruo incorpóreo.
Cabeza sin punta,
tristeza bello rostro.


Paul Éluard

Ilustración: James Christensen

martes, 16 de febrero de 2016

A medianoche


Las puertas se abren las ventanas se descubren
un fuego silencioso se enciende y me deslumbra
todo se cumple encuentro
criaturas que no quise

Aquí el idiota que recibe cartas del extranjero
aquí el anillo hermoso que creía de plata
aquí la charlatana de cabellos canosos
aquí la niña inmaterial e incompleta
fea y bañada por la noche y la miseria
ataviada de malvas y de hierbas absurdas
su desnudez y su candor vivos en todas partes
aquí el mar y los barcos sobre mesas de juego
un hombre libre y otro y es el mismo
bestias rabiosas ante el miedo que se viste de barro
muertos dementes prisioneros todos los ausentes

Y tú por qué no estás para que yo despierte.

Paul Éluard

Ilustración: Akira Kusaka

jueves, 12 de noviembre de 2015

El Ave Fénix

Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hoguera
piñas de pino y sarmientos
y flores más fuertes que el agua…

Hay barro y rocío…

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.
A nuestros pies insectos pájaros hombres
van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro, la tierra en sombra
pero el humo sube al cielo
el cielo ha perdido su fuego.

La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón
y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire..

Disipa la niebla de nuestro invierno
hórrida y nocturna se encendió la pena,
floreció la ceniza en gozo y hermosura
volvemos la espalda al ocaso.

Todo es color de aurora.

Paul Éluard

Ilustración: Vladimir Fedotko