querido
mío
te
recuerdo como la mejor canción
esa
apoteosis de gallos y estrellas que ya no eres
que
ya no soy que ya no seremos
y
sin embargo muy bien sabemos ambos
que
hablo por la boca pintada del silencio
con
agonía de mosca
al
final del verano
y
por todas las puertas mal cerradas
conjurando
o llamando ese viento alevoso de la memoria
ese
disco rayado antes de usarse
teñido
según el humor del tiempo
y
sus viejas enfermedades
o
de rojo
o
de negro
como
un rey en desgracia frente al espejo
el
día de la víspera
y mañana y pasado y siempre
noche
que te precipitas
(así
debe decir la canción)
cargada
de presagios
perra
insaciable (un peu fort)
madre
espléndida (plus doux)
paridora
y descalza siempre
para
no ser oída por el necio que en ti cree
para
mejor aplastar el corazón
del
desvelado
que
se atreve a oír el arrastrado paso
de
la vida
a
la muerte
un
cuesco de zancudo un torrente de plumas
una
tempestad en un vaso de vino
un
tango
el
orden altera el producto
error
del maquinista
podrida
técnica seguir viviendo tu historia
al
revés como en el cine
un
sueño grueso
y
misterioso que se adelgaza
the
end is the beginning
una
lucecita vacilante como la esperanza
color
clara de huevo
con
olor a pescado y mala leche
oscura
boca de lobo que te lleva
de
Cluny al Parque Salazar
tapiz
rodante tan veloz y tan negro
que
ya no sabes
si
eres o te haces el vivo
o
el muerto
y
sí una flor de hierro
como
un último bocado torcido y sucio y lento
para
mejor devorarte
querido
mío
adoro
todo lo que no es mío
tú
por ejemplo
con
tu piel de asno sobre el alma
y
esas alas de cera que te regalé
y
que jamás te atreviste a usar
no
sabes cómo me arrepiento de mis virtudes
ya
no sé qué hacer con mi colección de ganzúas
y
mentiras
con
mi indecencia de niño que debe terminar este cuento
ahora
ya es tarde
porque
el recuerdo como las canciones
la
peor la que quieras la única
no
resiste otra página en blanco
y
no tiene sentido que yo esté aquí
destruyendo
lo
que no existe
querido
mío
a
pesar de eso
todo
sigue igual
el
cosquilleo filosófico después de la ducha
el
café frío el cigarrillo amargo el Cieno Verde
en
el Montecarlo
sigue
apta para todos la vida perdurable
intacta
la estupidez de las nubes
intacta
la obscenidad de los geranios
intacta
la vergüenza del ajo
los
gorrioncitos cagándose divinamente en pleno cielo
de
abril
Mandrake
criando conejos en algún círculo
del
infierno
y
siempre la patita de cangrejo atrapada
en
la trampa del ser
o
del no ser
o
de no quiero esto sino lo otro
tú
sabes
esas
cosas que nos suceden
y
que deben olvidarse para que existan
verbigracia
la mano con alas
y
sin mano
la
historia del canguro -aquella de la bolsa o la vida-
o
la del capitán encerrado en la botella
para
siempre vacía
y
el vientre vacío pero con alas
y
sin vientre
tú
sabes
la
pasión la obsesión
la
poesía la prosa
el
sexo el éxito
o
viceversa
el
vacío congénito
el
huevecillo moteado
entre
millones y millones de huevecillos moteados
tú
y yo
you
and me
toi
et moi
tea
for two en la inmensidad del silencio
en
el mar intemporal
en
el horizonte de la historia
porque
ácido ribonucleico somos
pero
ácido ribonucleico enamorado siempre
Blanca
Varela
Ilustración: Anna Berezovskaya