Nuestro amor fue al revés
Yo venía de vuelta y tú empezabas.
Yo me había cansado ya y tú, aún no sabías.
Cuando ya no creía nada fue cuando tú, -increíble-, apareciste.
Con las cenizas de mi última eternidad solitaria un demiurgo amable volvió a
fabricarme.
Entonces decidimos que ya estaba bien de andar comiendo manzanas.
Y nos desnudamos
y esa serpiente que era yo,
se deslizó por tu cuerpo
y se reconcilió con Dios.
Marjiatta Gottopo
Ilustración: Lilith by Marcus J Ranum
